Cuando un profesor inicia el curso con un grupo nuevo de alumnos es posible que se plantee estos dos objetivos:

1º Ganarse el respeto de sus alumnos y conseguir ser un profesor respetado.

2º ser a la vez cercano para poder ganarse su confianza.

Si marcamos una línea en donde ambos objetivos se contraponen podíamos decir que según la personalidad de cada profesor, existirá una tendencia natural a iniciar la relación desde uno u otro sitio para desde ese punto de partida poder ir regulando hacia el otro lado.

AUTORIDAD ------------ EQUILIBRIO --------------- CERCANIA

(RESPETO) (CONFIANZA)

Es cierto que el histórico del profesor respecto a los alumnos juega un papel importantísimo, así que vamos a suponer que el profesor es nuevo para el grupo y en el centro escolar.

Supongamos que soy un profesor con carácter fuerte y una personalidad en donde no me cuesta ganarme el respeto de mis alumnos o más bien lo contrario, soy una persona que conecta fácilmente con los demás, aunque me cuesta imponer mi criterio y autoridad. No importa cualquiera que sea la combinación de ellas. Probablemente mi forma de presentarme ante ellos en el inicio les va a predisponer en este sentido. Lo mismo ocurriría en el caso contrario.

En cualquiera de los dos casos te invitamos a realizarte las siguientes preguntas:

¿Qué grado de respeto quiero conseguir de mis alumnos? Contesta de 1 -10

¿Qué grado de confianza quiero conseguir de mis alumnos? Contesta de 1-10

Divide los dos números:

= 1. Equilibrio natural en tu predisposición

>1. Mayor importancia para ti el respeto y la autoridad

<1. Das mayor valor a la confianza y cercanía con tus alumnos.

Es decir, tenemos diferentes variables a considerar:

Tu carácter o personalidad que te posiciona hacia uno u otro lado.
Tu tendencia o visión educativa que marcará tu objetivo.
La propia predisposición del grupo.

Teniendo todo esto en cuenta, puedes también valorar las ventajas e inconvenientes que puede tener posicionarte en uno u otro lado.

Desde nuestro punto de vista existen dos formas de poder conseguir ser respetado por los alumnos.

Una desde el poder que se me otorga y tengo sobre ellos, utilizando mi figura de autoridad y probablemente recordando que estoy por encima de mis alumnos. Esta estrategia se puede hacer de forma más o menos explícita. Probablemente es efectiva y rápida si mi único objetivo es ganarme el respeto de mis alumnos.

Es posible que ese respeto que he generado, pueda crear un muro infranqueable para conectar en otro nivel con mis alumnos. Cada uno deberá valorar y elegir qué es lo que realmente quiere.

La otra forma es estableciendo una relación de confianza con mis alumnos, de igual a igual. Liderando la clase sin imposiciones, aunque sí siendo coherente y riguroso a la hora de ir estableciendo las normas y los límites existentes en mi aula.

Es probable que de esta forma el nivel de respeto y autoridad se consiga más lento, pero creemos que la relación que se construya con los alumnos será mucho más sólida. Provocará mayores aprendizajes donde las consecuencias de las cosas que hagan, no irán asociadas a mi personalidad, sino al liderazgo que ejerza respecto a las normas y límites consensuados que haya construido con mis alumnos. Estaré consiguiendo ser respetado desde la confianza y no desde el miedo.

La confianza y cercanía genera abrir puertas en nuestra relación con nuestros alumnos que permiten conversaciones, en otro caso imposibles. Me va a permitir enseñar de otra manera y que ellos aprendan de otra también.

Seguro que sabes encontrar tu equilibrio. Suerte en ese camino.

Jose Negueruela Lucena

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